Bienvenidos al Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Corralejo. Un espacio abierto a todas las personas aficionadas a la lectura en el Municipio de La Oliva. EntreLetras está pensado para personas con inquietudes culturales, ganas de leer, hacer amigos e intercambiar opiniones con otras personas. En realidad, el libro es sólo un punto de partida...

27 de marzo de 2012

16ª lectura: "Historia de una maestra", de Josefina Aldecoa

Sinopsis:
En 1923 Gabriela recoge su título de maestra. Es el comienzo de un sueño que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales en España y en Guinea Ecuatorial. Historia de una maestra es la narración, hecha desde la memoria, de la vida de Gabriela durante los años veinte y hasta el comienzo de la guerra civil.
Con el trasfondo de la República, la revolución de Octubre y la guerra, esta novela rememora aquella época de pobreza, ignorancia y opresión, y muestra el importante papel de la enseñanza y de aquellos que lucharon por educar un país.
Contada desde la verdad del recuerdo, con sentimientos que apenas nos atrevemos a reconocer y desde una progresiva toma de conciencia, Josefina Aldecoa nos abre un camino a la esperanza y al idealismo.

 "Yo me decía: no puede existir dedicación más hermosa que ésta. Compartir con los niños lo que yo sabía, despertar en ellos el deseo de averiguar por su cuenta las causas de los fenómenos, las razones de los hechos históricos. Ese era el milagro de una profesión que estaba empezando a vivir y que me mantenía contenta a pesar de la nieve y la cocina oscura, a pesar de lo poco que aparentemente me daban y lo mucho que yo teía que dar. O quizás era por eso mismo. Una exaltación juvenil me trastornaba y un aura de heroína me rodeaba ante mis ojos. Tenía que pasar mucho tiempo hasta que yo me diera cuenta de que lo que me daban los niños valía más que todo lo que ellos recibían de mí".

4 de marzo de 2012

15ª lectura: "La tregua", de Mario Benedetti

Sinopsis: Martín Santomé, viudo con tres hijos, en las vísperas de su jubilación comienza a registrar en un diario su vida gris y sin relieve. La vida cotidiana de la rutina en la oficina y la de un hogar desunido y crispado se verán alteradas cuando irrumpe en su rutina la joven Laura Avellaneda, su nueva empleada. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso. La soledad y la incomunicación, el amor y la sexualidad, la felicidad, la muerte y los problemas políticos son algunos de los temas que aparecen en La tregua, una novela que se ha traducido a decenas de idiomas y ha sido adaptada al cine, la televisión, el teatro y la radio, pero que sobre todo ha gozado de la excepcional acogida de los lectores de todo el mundo. 
  
"Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condición de jubilarme. Debe hacer por lo menos cinco años que llevo este cómputo diario de mi saldo de trabajo.
Verdaderamente, ¿preciso tanto el ocio?. Yo me digo que no. Que no es el ocio lo que preciso, sino el derecho a trabajar en aquello que quiero. ¿Por ejemplo? el jardín, quizá. Es bueno como descanso activo para los domingos para contrarrestar la vida sedentaria y trambién como secreta defensa contra mi futura y garantizada artritis. Pero me temo que no podría aguantarlo diariamente. La guitarra, tal vez, creo que me gustaría. Pero debe ser algo desolador empezar a estudiar solfeo a los cuarenta años. ¿Escribir?. Quizá no lo hiciera mal, por lo menos la gente suele disfrutar con mis cartas. ¿Y eso qué?
"

14ª lectura: "El libro de las ilusiones", de Paul Auster

Sinopsis: David Zimmer, un escritor y profesor de literatura de Vermont, se pasa los días bebiendo y cavilando sobre el minuto aquel en que su mujer y sus hijos todavía no habían subido al avión que estalló. Una noche, por primera vez en seis meses, algo lo hace reír. El causante es Hector Mann, uno de los últimos cómicos del cine mudo. David escribe y publica un libro sobre Mann, un brillante y enigmático cómico nacido en Argentina, que hace sesenta años se desvaneció sin que se supiera nada más de él. Tres meses después, Zimmer recibe una carta de una mujer que afirma ser la esposa de Hector Mann, y lo invita a verlos, a ella y a su marido, en Tierra del Sueño, Nuevo México... Una novela extraordinaria que confirma a Paul Auster como a uno de los mejores y más personales escritores de nuestro tiempo. 
  
"Todo el mundo creía que estaba muerto. Cuando se publicó mi libro sobre sus películas, en 1988, hacía casi sesenta años que no se tenían noticias de Hector Mann. Salvo un puñado de historiadores y aficionados al cine mudo, pocos parecían conocer siquiera su existencia. Todo o nada, la última de las doce comedias breves que realizó a finales de la época muda, se estrenó el 23 de noviembre de 1928. Dos meses después, sin despedirse de amigos ni conocidos, sin dejar una nota ni informar a nadie de sus planes, salió de la casa que tenía alquilada en North Orange Drive y no se le volvió a ver más."

13ª lectura: "El extranjero", de Albert Camus


El extranjero (1942) es una novela del escritor francés Albert Camus. El personaje de la obra es un ser indiferente a la realidad por resultarle absurda e inabordable. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en las decisiones colectivas y le ha convertido en “extranjero” dentro de lo que debería ser su propio entorno.
El protagonista, el señor Meursault, comete un absurdo crimen y, a pesar de sentirse inocente, jamás se manifestará contra su ajusticiamiento ni mostrará sentimiento alguno de injusticia, arrepentimiento o lástima. La pasividad y el escepticismo frente a todo y todos recorre el comportamiento del protagonista: un sentido aburrido de la existencia y aun de la propia muerte.
La obra de Camus advierte sobre el hombre que está siendo creado. Es una denuncia frente a una sociedad que olvida al individuo y le priva de un sentimiento de pertenencia activa en la comunidad. Fue premonitorio respecto al ciudadano occidental que se encontrará la sociedad tras la II Guerra Mundial. Camus escribió una obra provocadora en cuyo trasfondo aparece el rostro desgarrado de una Europa herida y violada por dos guerras mundiales, pintó una historia gris donde el paisaje está oscurecido por la extirpación de cualquier pasión o voluntad del hombre.

“María estuvo a buscarme por la tarde y me preguntó si que­ría casarme con ella. Dije que me era indiferente y que podíamos hacerlo si lo quería. Entonces quiso saber si la amaba. Contesté co­mo ya lo había hecho otra vez: que no significaba nada, pero que sin duda no la amaba. ‘¿Por qué, entonces, casarte conmigo?’, di­jo. Le explique que no tenía ninguna importancia y que si lo desea­ba podíamos casarnos. Por otra parte era ella quien lo pedía y yo me contentaba con decir que sí. Observó entonces que el matrimo­nio era cosa grave. Respondí: ‘No’. Calló un momento y me miró en silencio. Luego volvió a hablar. Quería saber simplemente si ha­bría aceptado la misma proposición hecha por otra mujer a la que estuviera ligado de la misma manera. Dije: Naturalmente "

12ª lectura: "Paraísos inhabitados", de Ana María Matute

Paraíso inhabitado narra la historia de Adriana, la más pequeña de una familia acomodada que se está resquebrajando por momentos en los albores de la Guerra Civil. Adri es una niña solitaria y falta de cariño que vive atemorizada por el mundo de los adultos. Tan sólo se siente cómoda cuando se refugia en la penumbra que rodea el mundo casi mítico que ha creado en su imaginación. Su amistad con Gavrila, el único hijo de una bailarina rusa emigrada, conseguirá sacarla de su mutismo: con él se siente protegida, querida y, sobre todo, comprendida. Pero la trágica muerte del muchacho cuando ambos están a punto de alcanzar la adolescencia la devolverá a su aislamiento y soledad anteriores. Sin embargo, a Adriana ya no le estará permitido esconderse de todo cuanto la rodea: debe convertirse en una persona adulta.

«Sentía miedo, y sobre todas las cosas, un miedo concreto, sin fisuras: Gavi se iba. Aunque Gavi volvería, este convencimiento iba día a día haciéndose más frágil, más incomprensible. Me tapé las orejas con las manos y grité. O creí gritar, porque lo que salió de mi garganta no era un grito, sino algo así como un debilísimo aullido, sofocado por encendidas hojas que crujían bajo las pisadas de alguna criatura del bosque. O lo que yo imaginaba que eran esas pisadas y esa criatura tras la lectura de El Rey Cuervo, o la visión del Unicornio huyendo de su marco.»